Ferrari atraviesa una de sus temporadas más complicadas en los últimos años. Sin una sola victoria y con un doble abandono en el Gran Premio de São Paulo, la frustración ha alcanzado todos los niveles del equipo. Sin embargo, el ambiente interno se tensó aún más tras las declaraciones del presidente John Elkann, quien señaló que “la responsabilidad del cuarto puesto en el campeonato de constructores recae en los pilotos y no en los ingenieros”.

Las palabras, fueron interpretadas como un reproche directo a Lewis Hamilton y Charles Leclerc, despertando malestar en el paddock y en la propia escudería. El comentario llega en un momento en que Ferrari no consigue títulos desde 2008 y en el que su flamante fichaje, Hamilton, aún no logra adaptarse completamente al monoplaza SF-25.


Leclerc pide unidad y Hamilton promete no rendirse

Pocas horas después de las declaraciones, los pilotos respondieron a través de sus redes sociales. Charles Leclerc fue el primero en reaccionar con una publicación cargada de simbolismo. En una serie de fotografías, el monegasco se mostró junto a su jefe de equipo, Fred Vasseur, y al escudo de Ferrari, acompañadas por un mensaje de trabajo en equipo:

“Un fin de semana muy difícil en São Paulo. Es decepcionante volver a casa sin puntos, pero sólo trabajando juntos podremos revertir esta situación. Lo daremos todo, como siempre”.

Por su parte, Lewis Hamilton optó por un tono más desafiante pero igualmente conciliador. Acompañó su mensaje con tres imágenes: entrando a boxes, en una reunión con ingenieros y sosteniendo la bandera de Brasil.

“Apoyo a mi equipo. Me apoyo a mí mismo. No me rendiré. Ni ahora, ni nunca. Gracias, Brasil, siempre”, escribió el británico, quien atraviesa su primera temporada con Ferrari tras su salida de Mercedes.

Ambas respuestas fueron interpretadas como un gesto de respaldo hacia la escudería y al mismo tiempo, una forma de rechazar la idea de que la culpa recaiga únicamente sobre los pilotos.


Un futuro incierto para la Scuderia

Ferrari ocupa actualmente el cuarto puesto en el campeonato de constructores, a cuatro puntos de Red Bull y a 36 de Mercedes. Pese a los siete podios conseguidos —todos a manos de Leclerc—, los problemas de fiabilidad y dos dobles abandonos han sepultado las esperanzas de pelear por el subcampeonato.

El panorama para 2026 tampoco parece alentador. Fuentes del paddock aseguran que el nuevo motor en desarrollo presenta dificultades de rendimiento, y que incluso algunos ingenieros llegados desde Alpine han señalado mejores prestaciones en el propulsor francés que en el italiano.

Con solo tres carreras restantes en el calendario, Ferrari se enfrenta a una prueba de fuego. Más allá de los resultados en pista, la gran incógnita será si el equipo logra recuperar la unidad interna que lo caracterizó en sus mejores épocas o si las tensiones entre directivos y pilotos marcarán otro capítulo amargo en su historia reciente.

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