El Deportivo Pereira afrontará nuevamente un compromiso de la Liga BetPlay con su nómina Sub-20, esta vez frente al Deportivo Pasto, debido al paro de los jugadores profesionales que reclaman el pago de varios meses de salario atrasado. La situación, que ya generó controversia en el encuentro anterior, se agrava ante la falta de soluciones concretas por parte de la dirigencia del club.

Los futbolistas del plantel profesional decidieron no presentarse al último partido, lo que obligó al cuerpo técnico a alinear a los juveniles del equipo Sub-20. Esta medida se ha convertido en una muestra de la difícil realidad financiera que atraviesa el Grande Matecaña.

Una crisis que se profundiza dentro del club Matecaña

El Deportivo Pereira vive uno de los momentos más críticos desde su regreso a la máxima categoría. Según fuentes cercanas a los jugadores, el incumplimiento en los pagos lleva más de tres meses y afecta no solo a los futbolistas, sino también a miembros del cuerpo técnico y personal administrativo.

El entrenador, que ha debido recurrir a los juveniles, ha manifestado su apoyo a los jugadores profesionales, aunque reconoce que su margen de maniobra es limitado. Mientras tanto, la Dimayor ha sido informada de la situación, pero aún no ha tomado una posición oficial. La continuidad del equipo en condiciones competitivas dependerá de la capacidad de los directivos para resolver el conflicto antes de que la crisis afecte el cierre del campeonato.

El impacto deportivo y económico del conflicto

La ausencia de los jugadores principales no solo pone en riesgo los resultados deportivos, sino también la reputación del club. En el último partido, los juveniles sufrieron una derrota amplia, lo que evidenció la diferencia de experiencia y ritmo frente a rivales de primera categoría. Además, el Deportivo Pereira podría enfrentar sanciones económicas y administrativas si se demuestra que no garantiza condiciones laborales adecuadas para sus futbolistas.

Desde el punto de vista económico, la situación compromete los ingresos por taquilla, patrocinadores y derechos de televisión. Algunos socios han expresado su preocupación por la falta de transparencia financiera y exigen una auditoría interna. El descontento se ha trasladado también a la afición, que en redes sociales ha pedido la intervención de las autoridades deportivas para proteger la estabilidad del club y el bienestar de los jugadores.

¿Qué se espera del partido ante el Pasto y del futuro del Pereira?

El encuentro contra el Deportivo Pasto será una nueva prueba para la cantera del Pereira, que buscará mostrar su talento en medio de la adversidad. Sin embargo, el contexto no favorece al equipo: la acumulación de partidos con una nómina inexperta podría afectar el rendimiento físico y emocional de los jóvenes jugadores. Los técnicos deberán manejar cuidadosamente la carga de minutos y la presión mediática.

En paralelo, los representantes del plantel profesional insisten en que no regresarán a la competencia hasta que se cumplan los compromisos salariales. La Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) respalda la decisión y exige que la dirigencia del club respete los derechos laborales de los deportistas. De no solucionarse pronto el conflicto, el Deportivo Pereira podría verse obligado a tomar medidas extremas o enfrentar sanciones deportivas.

Mientras tanto, la hinchada mantiene la esperanza de que se logre un acuerdo que permita recuperar la estabilidad institucional y deportiva del equipo. La situación del club Matecaña es un reflejo de los problemas estructurales del fútbol colombiano, donde la falta de gestión financiera y la ausencia de controles efectivos ponen en riesgo la sostenibilidad de los proyectos deportivos.

El partido ante el Pasto no solo será un desafío en la cancha, sino también una señal del futuro inmediato del Deportivo Pereira. Si la crisis no se resuelve, el equipo podría comprometer su participación en la próxima temporada y poner en riesgo el trabajo de toda una generación de jugadores.

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