El Comité Noruego del Nobel reconoció a la opositora venezolana María Corina Machado con el Premio Nobel de la Paz 2025, destacando su “incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela”. Este galardón internacional posiciona a Machado como una de las voces más influyentes de América Latina en la defensa de la libertad y la democracia, tras más de dos décadas de enfrentamiento político con el chavismo.

Un símbolo de resistencia y liderazgo democrático

La distinción otorgada a María Corina Machado representa un homenaje a su trayectoria política y a la lucha de millones de venezolanos que exigen un cambio de rumbo en su país. A lo largo de su carrera, la dirigente ha sido perseguida, inhabilitada y acusada de conspiración, pero nunca ha abandonado su causa. Su figura se ha convertido en sinónimo de resistencia cívica frente al autoritarismo y de esperanza para quienes defienden un retorno al orden democrático en Venezuela.

El Comité del Nobel subrayó que su decisión busca “honrar la valentía de quienes arriesgan su libertad en favor de los derechos humanos”. Machado, desde la clandestinidad, agradeció el reconocimiento a través de un mensaje difundido por su equipo político, en el que dedicó el premio “al pueblo venezolano que no se rinde”.

De Caracas al reconocimiento global

Nacida en Caracas el 7 de octubre de 1967, María Corina Machado se formó como ingeniera industrial en la Universidad Católica Andrés Bello y más tarde se especializó en finanzas en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA). Hija de un empresario metalúrgico cuyas compañías fueron expropiadas por el gobierno de Hugo Chávez, Machado creció en un entorno marcado por la defensa de la libertad económica y la propiedad privada.

Su carrera pública comenzó en el ámbito social, cofundando organizaciones como la Fundación Atenea y Oportuninas, dedicadas a la atención de niños en riesgo de exclusión. En 2002 impulsó Súmate, una ONG que promovió la participación ciudadana y la transparencia electoral. Ese mismo activismo la colocó en el centro del conflicto político venezolano, especialmente tras su reunión con el entonces presidente estadounidense George W. Bush en 2005, gesto que provocó fuertes críticas del chavismo.

Desde entonces, su discurso liberal y anticomunista ha sido una constante. Fundó el partido Vente Venezuela, con el que defiende un modelo de capitalismo popular, basado en la reducción del Estado y la apertura de la economía.

Persecución política y liderazgo en la oposición

La relación entre Machado y el poder venezolano ha estado marcada por la confrontación. En 2014 fue destituida como diputada por aceptar ser representante alterna ante la Organización de Estados Americanos (OEA), decisión que la alejó de los espacios institucionales, pero fortaleció su imagen de figura disidente.

Pese a múltiples inhabilitaciones políticas, su liderazgo se consolidó. En las primarias opositoras de 2023, obtuvo el 92 % de los votos, aunque el Tribunal Supremo de Justicia anuló los resultados y ratificó su inhabilitación por 15 años. Aun así, Machado apoyó la candidatura del diplomático Edmundo González Urrutia, quien finalmente representó al bloque democrático en las elecciones de 2024.

Su figura trasciende la política partidista: es considerada una de las principales promotoras del movimiento pacifista venezolano, apelando siempre a la resistencia civil no violenta como camino hacia la libertad.

Reconocimientos internacionales y legado

Antes del Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado ya había sido galardonada con el Premio Václav Havel de Derechos Humanos del Consejo de Europa y el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia del Parlamento Europeo, compartido con otros líderes de la oposición democrática venezolana.

El Nobel, sin embargo, eleva su figura a una dimensión global. En palabras del comité, su trabajo “ha inspirado a toda una generación de latinoamericanos a creer en la democracia, la libertad y la dignidad humana”. Para la oposición venezolana, este reconocimiento también refuerza la denuncia sobre las violaciones de derechos humanos cometidas bajo el régimen de Nicolás Maduro.

En un contexto de crisis prolongada, exilio masivo y represión, la distinción a Machado podría impulsar la presión internacional sobre el gobierno venezolano, además de reavivar el debate sobre el futuro político del país.

¿Qué significa el Nobel de la Paz para Venezuela?

El Premio Nobel de la Paz 2025 otorgado a María Corina Machado trasciende la figura individual y simboliza la resistencia de un pueblo. Representa el reconocimiento a una lucha que, más allá de la política, encarna la esperanza de millones de venezolanos dentro y fuera de sus fronteras.

Aunque continúa inhabilitada y fuera del país, su voz sigue siendo un referente moral y político en América Latina. La pregunta que muchos se hacen es si este galardón puede reabrir las puertas a una transición democrática en Venezuela, o si el régimen optará por intensificar el control sobre la disidencia.

Entérate con El Expreso