En el reciente Foro Eje Cafetero organizado por Valora Analitiks se realizó un panel dedicado a la infraestructura de la región. Participaron Santiago Perez, gerente de la concesión Pacífico 3, Carlos Mazenth, gerente de Efigas, Jaime Moreno, gerente de Café Quindío y como moderadora, Lina Álvarez, gerente de la ANDI Risaralda. El respaldo al modelo de concesión vial fue unánime, no se abordaron los proyectos férreos y celebraron a Autopistas del Café como ejemplo de éxito. Sin embargo, ese entusiasmo lejos de analizar con enfoque crítico e integral, los retos, desequilibrios y opacidad en el modelo financiero basado en recaudo de peajes, muestra un evidente sesgo económico en el enforque empresarial que deja por fuera un análisis integral del desarrollo regional mientras es obvio un interés por no mencionar los actuales problemas del modelo a nivel nacional: arbitrajes, liquidaciones y sobrecostos que evidencian una crisis de planeación y opacidad en las concesiones viales.

Deacuedo con el reciente artículo en Portafolio titulado “Errores de estructuración comprometen futuro de varios proyectos viales de 4G” casi una quinta parte de las concesiones enfrenta procesos de arbitraje o liquidación. Cinco contratos están en riesgo de cancelación, ocho registran avances mínimos y varios comprometen recursos públicos por más de un billón de pesos. La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) reconoce que los errores de estructuración, la omisión de estudios ambientales y la falta de previsión jurídica han paralizado buena parte de la infraestructura vial del país.

El caso de la vía al Meta es ejemplar. La concesión excluyó los puntos más críticos del corredor vial, como el kilómetro 58 y otros tramos de alta vulnerabilidad geológica. Hoy es el Estado quien debe asumir las obras de mitigación, mientras el recaudo del peaje sigue en manos del concesionario. Es decir, se privatiza el ingreso pero se socializa el riesgo. ¿Dónde está la eficiencia del modelo? ¿Dónde la responsabilidad empresarial frente a los territorios que sostienen la infraestructura?

En el panel, el gerente de Pacífico 3 se quejó de que a los proyectos viales “les cuelguen” aspectos arqueológicos, sociales y ambientales. Pero ¿no es precisamente su exclusión lo que ha generado los problemas actuales? Se estructuran proyectos sin visión comunitaria y luego se sorprenden y se quejan cuando las comunidades se manifiestan. La falta de integralidad en el modelo de desarrollo, sumada a la displicencia de un sector empresarial que ve lo comunitario como una molestia, ha derivado en conflictos territoriales, bloqueos y demandas.

Desde el Eje Cafetero, el respaldo de la dirigencia gremial ignora esta realidad. ¿Dónde está la exigencia de un balance de resultados detallados a Autopistas del Café, correcciones estructurales, de transparencia contractual, de garantías territoriales? ¿Por qué no se menciona la necesidad de reformar los mecanismos de estructuración, los criterios de riesgo y las condiciones económicas que afectan directamente a la ciudadanía? Defender el modelo de concesión no puede significar blindarlo frente a la crítica. Por el contrario hay que empezar por corregirlas; eso implica reconocer que el modelo actual, lejos de ser una solución integral, ha generado fragmentación territorial, inseguridad jurídica y sobrecostos que afectan tanto al Estado como a los usuarios.

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