Un ataque con explosivos dirigido contra un puesto fluvial de la Armada Nacional en la inspección de La Tagua, municipio de Puerto Leguízamo, departamento del Putumayo, dejó como saldo a tres Infantes de Marina heridos, uno de ellos en estado de gravedad, según confirmaron fuentes oficiales.
De acuerdo con la información preliminar, el hecho ocurrió en horas de la tarde del domingo 8 de septiembre de 2025, cuando unidades de la Armada desarrollaban labores de control fluvial en la ribera del río Putumayo. El atentado fue perpetrado con artefactos explosivos improvisados, que estallaron en inmediaciones del puesto militar.
Estado de los heridos y reacción oficial
La Armada Nacional informó que los tres uniformados afectados fueron atendidos de inmediato por personal médico militar y trasladados a un centro asistencial en Puerto Leguízamo. Uno de ellos se encuentra en condición crítica, mientras que los otros dos presentan lesiones de consideración, aunque estables.
En un comunicado, la institución rechazó enérgicamente el ataque y reiteró su compromiso de continuar con las operaciones de control territorial y fluvial en la región. Asimismo, anunció el despliegue de un dispositivo especial de seguridad para proteger a la población civil y prevenir nuevos hechos violentos.
Contexto de violencia en la región
El municipio de Puerto Leguízamo y en particular la zona de La Tagua han sido escenario de disputas entre grupos armados ilegales que buscan controlar corredores estratégicos para el narcotráfico y otras economías ilícitas. Las autoridades señalan que la presión militar en estos territorios ha provocado retaliaciones violentas contra las Fuerzas Armadas.
El Putumayo, por su ubicación fronteriza con Ecuador y Perú, es un punto clave para el tráfico de drogas y el contrabando. En este contexto, los ataques contra la Fuerza Pública se han incrementado en los últimos meses, generando preocupación entre la población local y organismos defensores de derechos humanos.
¿Qué viene para la seguridad en Putumayo?
Tras el atentado, se espera el fortalecimiento de los operativos militares y de inteligencia en el sur del país, con el objetivo de neutralizar a los responsables. El Gobierno Nacional ha reiterado que estos hechos no detendrán los esfuerzos de presencia institucional y control estatal en el territorio.
La situación plantea un interrogante clave: ¿serán suficientes las medidas de seguridad actuales para contener la escalada de violencia en el Putumayo y garantizar la protección de sus comunidades?