La publicación oficial de su hoja de vida en la página de aspirantes de la Presidencia confirmó que Juliana Guerrero será la nueva viceministra de Juventudes. Con apenas 23 años, Guerrero ha pasado de ser jefa de despacho del ministro del Interior, Armando Benedetti, a ocupar un cargo clave en el Ministerio de la Igualdad, hoy bajo la dirección de Juan Carlos Florián.
Su llegada a este puesto es vista como la consolidación de una trayectoria política que comenzó en la campaña presidencial de Gustavo Petro, en Valledupar, y que posteriormente la llevó a trabajar en la Secretaría de Transparencia en 2023. Desde hace meses, venía asumiendo liderazgo en la cartera que antes dirigía la vicepresidenta Francia Márquez, aunque su visibilidad aumentó tras conocerse el uso de aeronaves oficiales para actividades cuestionadas.


La herencia de un programa en crisis

Entre las responsabilidades que asumirá Guerrero se encuentra uno de los proyectos más ambiciosos y polémicos del Gobierno: Jóvenes en Paz. La iniciativa, diseñada para ofrecer oportunidades y alejar a la juventud de actividades ilícitas, ha sido duramente cuestionada por su bajo alcance.
El propio presidente Gustavo Petro expresó su inconformidad en el consejo de ministros del 5 de mayo: “Hay que comenzar a hablar del fracaso de la política de Jóvenes en Paz. Habíamos planteado 100.000 jóvenes. 432 es nada. La intención de esa política es competir con las mafias en la atracción de los jóvenes, para que no ingresen en actividades ilícitas”.
La nueva viceministra recibirá, por tanto, un proyecto con metas incumplidas y con la presión de mostrar resultados concretos para no perder credibilidad ante la opinión pública.


Controversia por el uso de aeronaves oficiales

El episodio que puso a Juliana Guerrero en el centro de la atención mediática se remonta a un viaje a Valledupar, revelado por la revista Cambio. Según la publicación, Guerrero utilizó un avión de la Policía Nacional con el argumento de fines de seguridad. Sin embargo, también se desplazó en helicóptero hasta Aguachica, Cesar, para participar en una reunión del Consejo Superior de la Universidad Popular del Cesar (UPC).
El objetivo de dicha reunión habría sido modificar los estatutos y facilitar la reelección del rector Rober Romero, un asunto de carácter político y ajeno a las funciones urgentes de seguridad o paz que justificarían el uso de estos recursos. Tanto el presidente Gustavo Petro como el ministro Armando Benedetti manifestaron desconocer que ese viaje tuviera fines distintos a los oficiales.
El 6 de marzo de 2025, su nombramiento como Coordinadora del Grupo de Coordinación del Gabinete del Ministerio del Interior formalizó su cercanía a Benedetti, quien la considera una de sus funcionarias de mayor confianza. Ese vínculo, sumado a las polémicas, alimenta el debate sobre su rápido ascenso en la estructura gubernamental.


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