El presidente Gustavo Petro advirtió que una eventual operación militar en Venezuela por parte de Estados Unidos representaría una agresión contra Latinoamérica. La declaración, emitida durante un acto público, resalta la posición del mandatario colombiano de rechazar cualquier intervención extranjera que altere el orden político y social de la región. Petro subrayó que Colombia y Venezuela comparten “el mismo pueblo, la misma bandera, la misma historia”, enfatizando que las tensiones internacionales no deben romper esos lazos históricos y culturales. El pronunciamiento llega en un momento de alta tensión diplomática, con rumores sobre posibles acciones militares en territorio venezolano.

El mensaje de Petro no se limitó a una advertencia, sino que también incluyó un llamado a la diplomacia como única vía para resolver las diferencias políticas en el continente. Según el mandatario, una intervención extranjera podría desencadenar un conflicto de dimensiones impredecibles, afectando no solo a Venezuela, sino a toda la estabilidad geopolítica latinoamericana. Petro recordó que América Latina ha sido escenario de tensiones similares en el pasado, con altos costos humanos y sociales. Insistió en que Colombia, como vecino y socio histórico, no respaldará ninguna acción que atente contra la soberanía venezolana. Esta postura se alinea con su política exterior, centrada en el diálogo y en el respeto a la autodeterminación de los pueblos.

En la región, las relaciones entre Washington y Caracas han estado marcadas por la confrontación política, las sanciones económicas y la ruptura diplomática. Una eventual acción militar aumentaría el riesgo de una crisis humanitaria y de desplazamiento masivo hacia países fronterizos como Colombia y Brasil. Para Petro, la agresión contra Latinoamérica no solo se mediría en términos militares, sino también en el impacto sobre la seguridad alimentaria, la economía y la cohesión social. El presidente ha reiterado que cualquier amenaza contra Venezuela debe considerarse una amenaza contra toda la región, un mensaje que busca consolidar un frente común latinoamericano. Esta visión se apoya en la idea de que la paz y la estabilidad en Sudamérica dependen de la cooperación regional y del rechazo a cualquier intento de desestabilización desde el exterior.

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