El expresidente Donald Trump, en medio de una creciente escalada con Moscú, ordenó el despliegue inmediato de submarinos nucleares como medida de presión ante declaraciones consideradas hostiles por parte de Nikolai Patrushev, una de las figuras más influyentes y cercanas a Vladimir Putin. Patrushev, jefe del Consejo de Seguridad de Rusia, aseguró públicamente que Rusia tiene la capacidad de “destruir a Estados Unidos en 30 minutos”.

La respuesta de Trump fue rápida y contundente. A través de un mensaje en su red social Truth Social, calificó las declaraciones como un “acto de guerra verbal” y ordenó el despliegue estratégico de submarinos con capacidad nuclear, afirmando que “la defensa de Estados Unidos no será puesta en duda”.


Escalada verbal y maniobra militar: tensión sin precedentes

La decisión de activar estos activos nucleares eleva dramáticamente el nivel de tensión en la relación entre Estados Unidos y Rusia. Aunque la maniobra no implica un uso inmediato del armamento, sí representa una advertencia directa y visible al Kremlin.

Fuentes cercanas al Departamento de Defensa indicaron que al menos dos submarinos estratégicos, cada uno con capacidad para portar hasta 24 misiles balísticos intercontinentales, ya se encuentran en zonas no especificadas del océano Atlántico y Pacífico. El Pentágono justificó el movimiento como parte de una “estrategia de disuasión proporcional ante amenazas explícitas contra la nación”.


Patrushev, pieza clave en la geopolítica rusa

La tensión se originó tras las declaraciones de Nikolai Patrushev, mano derecha de Putin y figura clave en la estructura de poder rusa. Sus palabras fueron interpretadas como una amenaza directa a la seguridad estadounidense, generando una reacción sin precedentes desde Washington. Patrushev no solo tiene influencia dentro del Kremlin, sino que representa una línea dura en la política exterior rusa.

El impacto del mensaje no fue menor. Analistas internacionales advierten que, más allá del contenido literal, la frase refleja una postura más agresiva del círculo de poder en Moscú, en un momento donde se mantienen conflictos activos como la guerra en Ucrania y tensiones con la OTAN.

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