El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su administración impondrá un arancel del 10% a todos los productos importados desde países que profundicen su alianza con el grupo BRICS. El anuncio, realizado durante una rueda de prensa en Washington, confirma el endurecimiento de su política comercial y marca un punto de inflexión en la relación de EE. UU. con países emergentes.
Trump, conocido por su enfoque proteccionista, afirmó que “ninguna nación puede beneficiarse de nuestro mercado si al mismo tiempo respalda a quienes buscan socavar la economía estadounidense”. La medida tiene como blanco directo a las economías que estrechan lazos con el bloque BRICS, conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, al que se han sumado recientemente Irán, Egipto y Etiopía.
BRICS bajo presión: ¿se intensifica la confrontación global?
La decisión presidencial llega en un momento en el que el bloque BRICS ha fortalecido su influencia geopolítica, impulsando iniciativas como la desdolarización, la creación de nuevos mecanismos financieros alternativos y el incremento de su peso en los organismos multilaterales. En este contexto, la administración Trump considera que estos esfuerzos representan una amenaza directa al liderazgo económico de Washington.
El presidente subrayó que “no se puede jugar a dos bandos”, en referencia a países que mantienen vínculos comerciales con Estados Unidos y, al mismo tiempo, estrechan su participación en las agendas de los BRICS. La advertencia se extiende tanto a socios tradicionales de EE. UU. como a aliados estratégicos en América Latina, Asia y África, cuyos gobiernos han mostrado simpatía hacia el bloque emergente.
Analistas internacionales advierten que la imposición de aranceles de manera unilateral y como represalia geopolítica podría violar las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Además, podría escalar las tensiones diplomáticas con naciones clave que buscan diversificar sus relaciones económicas en un mundo cada vez más multipolar.
El anuncio de Trump no solo impacta a los países miembros o cercanos al BRICS, sino que introduce un nuevo criterio ideológico en la política arancelaria estadounidense: el alineamiento político como condición de acceso preferente al mercado estadounidense. Esta lógica podría redefinir las reglas del comercio internacional y afectar acuerdos bilaterales y multilaterales vigentes.
En países como India y Brasil, que mantienen un delicado equilibrio entre su participación en los BRICS y sus relaciones con Estados Unidos, la medida obliga a replantear sus estrategias exteriores. Para América Latina, particularmente para Argentina y México, la advertencia de Trump representa un dilema: avanzar en la cooperación con los BRICS o preservar los beneficios de sus lazos económicos con Washington.
Desde la Casa Blanca se informó que el Departamento de Comercio ya trabaja en una lista de países que podrían ser objeto de estos nuevos aranceles, aunque no se han revelado nombres oficialmente. El presidente también instó al Congreso a respaldar su iniciativa y endurecer los controles sobre inversiones extranjeras de naciones vinculadas a los BRICS.