En un emotivo acto lleno de identidad y memoria ambiental, el municipio de Santuario, en Risaralda, celebró este fin de semana la inauguración oficial de la calle “Doradito Lagunero”, un espacio vial bautizado en honor a una de las aves más emblemáticas del ecosistema del Tatamá.

Esta iniciativa, impulsada por la administración local y apoyada por líderes comunitarios y ambientales, busca fomentar el sentido de pertenencia y la conciencia ecológica entre los habitantes del municipio, al visibilizar una especie única que representa el patrimonio natural de la región.

Un nombre que canta por la biodiversidad

El Doradito Lagunero (Pseudocolopteryx flaviventris) no solo es un símbolo de Santuario y del Parque Nacional Natural Tatamá, sino también una de las aves más apreciadas por biólogos y avituristas. Su presencia en la zona es un indicativo de la buena salud de los humedales y ecosistemas altoandinos.

La nueva placa instalada en la calle incluye datos científicos y culturales sobre esta especie, permitiendo que propios y visitantes conozcan más sobre su importancia y su rol en los ecosistemas del suroccidente risaraldense.

“Estamos muy orgullosos de estar celebrando esta inauguración. Esto no es solo una calle, es una forma de rendir homenaje a nuestra riqueza natural y fortalecer la identidad local”, afirmó una autoridad local durante la ceremonia.

Con información de la oficina de prensa de la Gobernación de Risaralda.

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