La renuncia Laura Sarabia a su cargo como canciller del gobierno del presidente Gustavo Petro sorprendió al país esta semana, pero la exfuncionaria aclaró que su decisión no obedece a un desacuerdo ideológico, sino a un tema operativo crítico: el riesgo de que los colombianos se queden sin pasaportes. En entrevista con Cambio, Sarabia afirmó que “si se sigue la ruta trazada por Alfredo Saade, es seguro que cuando el contrato con Thomas Greg & Sons se acabe, los colombianos van a quedarse sin pasaportes”.

El origen de la controversia está en la decisión del Gobierno de no renovar el contrato con Thomas Greg & Sons, empresa encargada actualmente de la producción de los pasaportes. En su lugar, se plantea que sea la Imprenta Nacional la que asuma esa función, una propuesta impulsada por Alfredo Saade, nuevo jefe de despacho presidencial.

Sarabia, quien fue una figura cercana al presidente Petro durante gran parte de su mandato, sostuvo que no podía continuar en el cargo respaldando decisiones que considera inviables.

Riesgo inminente en la emisión de pasaportes

En sus declaraciones, la exfuncionaria reconoció que comparte la visión de que el Estado debería tener control sobre la emisión de pasaportes. No obstante, también fue enfática en señalar que, por responsabilidad, no está dispuesta a “sostener la mentira” de que la Imprenta Nacional estará lista en dos meses para asumir la producción diaria de alrededor de 8.000 documentos, garantizando su personalización, seguridad y transporte.

Sarabia reveló que desde su llegada al Ministerio de Relaciones Exteriores estableció un comité técnico con la Imprenta, con apoyo de Portugal, para evaluar la viabilidad de esa transición. Sin embargo, advirtió que el proyecto no superaba las tres condiciones esenciales: seguridad del pasaporte, precio competitivo y entrega oportuna.

Denuncias sobre manipulación interna y presión política

Uno de los señalamientos más graves hechos por Sarabia es que Alfredo Saade habría ordenado a funcionarios de la Cancillería retrasar la asignación de citas para pasaportes, con el fin de extender la disponibilidad del inventario actual mientras se define el nuevo operador.

Adicionalmente, la Embajada de Portugal expresó su preocupación ante la Cancillería, luego de que Saade anunciara que se estaba a punto de firmar un contrato con el gobierno luso, algo que, según la embajada, no corresponde a la realidad, pues no hay ningún acuerdo cercano a concretarse.

Estas afirmaciones agravan el ambiente de tensión dentro del Ejecutivo, donde la llegada de Saade a la jefatura de despacho presidencial ha generado malestar entre varios ministros y altos funcionarios.

Deterioro de relaciones exteriores y advertencias diplomáticas

En otro frente delicado, Sarabia se refirió al estado de las relaciones con Estados Unidos, instando a los funcionarios del Gobierno a actuar con mesura. “La verdadera diplomacia no se hace con micrófonos, y los debates domésticos no pueden trasladarse a las relaciones internacionales”, enfatizó la excanciller.

Actualmente, las relaciones bilaterales atraviesan un momento crítico. Ambos países han llamado a consultas a sus embajadores y, recientemente, Estados Unidos retiró visas a miembros del alto gobierno colombiano, lo que evidencia una tensión inusitada entre las dos naciones.

Sarabia expresó su compromiso de trabajar por restablecer los canales diplomáticos durante el tiempo que le queda en funciones, y pidió al Ejecutivo recuperar el profesionalismo y la coherencia en las decisiones que afectan la política exterior del país.

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