El choque entre Colombia y Perú por las Eliminatorias 2026 se presenta, en el papel, como un compromiso accesible. Sin embargo, la historia reciente entre ambas selecciones y el contexto actual de la Selección Colombia obligan a tomar el partido con absoluta seriedad. La fecha 15 del calendario es más que una jornada: es una oportunidad de oro para reencontrarse con la victoria y reafirmar el camino hacia el Mundial 2026.
Los dirigidos por Néstor Lorenzo acumulan una incómoda racha de cuatro empates consecutivos. Con 20 puntos y ubicados en la sexta casilla —la última que otorga clasificación directa—, los cafeteros no pueden permitirse más titubeos. Una victoria no solo aseguraría mantener la plaza, sino que también serviría de impulso emocional para afrontar el difícil reto de visitar a Argentina en la siguiente jornada. Empatar o perder abriría un debate profundo sobre el proceso técnico actual y pondría en riesgo un proyecto que, tras la Copa América 2024, ha mostrado claros signos de desgaste.
El desafío de reinventarse sin Luis Díaz
La gran ausencia de este encuentro es Luis Díaz, sancionado por acumulación de tarjetas amarillas. El delantero del Liverpool es no solo el goleador del equipo en estas eliminatorias con seis tantos, sino también el alma ofensiva del conjunto tricolor. Lorenzo ahora debe decidir entre un reemplazo directo o una transformación táctica que compense la pérdida.
Entre los nombres que suenan para asumir el reto destacan Jaminton Campaz, quien podría ocupar la banda izquierda de forma natural, y Jhon Arias, cuya versatilidad le permitiría cubrir distintas posiciones ofensivas. Además, jugadores como Yaser Asprilla y Marino Hinestroza emergen como alternativas frescas.
Otra posibilidad sería un cambio estructural. Utilizar un doble delantero —con figuras como Jhon Durán, ‘Cucho’ Hernández o Luis Suárez— o incluso apostar por una línea de tres defensores para liberar a los laterales, siguiendo el ejemplo de Daniel Muñoz en el Crystal Palace, son escenarios que el cuerpo técnico no descarta. Aunque Lorenzo no ha manifestado públicamente preocupación, la presión por obtener resultados es cada vez más intensa.
Este partido se convierte, así, en el momento perfecto para probar nuevas fórmulas y recuperar la identidad perdida. La localía en el Estadio Metropolitano y el respaldo de la hinchada son elementos clave para marcar el quiebre que tanto se necesita.
Perú: recuerdos incómodos y una urgencia aún mayor
El combinado incaico llega a Barranquilla en una situación límite. Ocupa el penúltimo lugar en la tabla y solo una victoria mantendría vivas sus aspiraciones, incluso de alcanzar el repechaje. Aunque las estadísticas no les favorecen, Perú tiene un recuerdo alentador: su victoria 0-1 en 2022 en el mismo escenario, que dejó fuera a Colombia del Mundial de Catar.
No obstante, las circunstancias actuales son distintas. Los peruanos no contarán con figuras clave como André Carrillo ni Gianluca Lapadula, ambos fuera por lesión. Además, deberán reservar energías para su enfrentamiento ante Ecuador, otro partido decisivo en su calendario.
El equipo de Juan Reynoso llega con un once probable liderado por Pedro Gallese en el arco y con Paolo Guerrero como referente ofensivo. Sin embargo, la falta de profundidad en el banquillo y los cambios obligados por lesiones podrían mermar su rendimiento ante una Colombia que, a pesar de la irregularidad, mantiene una base sólida.
¿Colombia retomará el camino hacia el Mundial 2026?
Las alineaciones probables dan una idea clara de las intenciones de ambos equipos. Por los locales, se espera que salten al campo David Ospina, Davinson Sánchez, Jhon Lucumí, Daniel Muñoz y Deiver Machado en defensa; en el medio campo estarían Richard Ríos, Jefferson Lerma, James Rodríguez y Jamilton Campaz; mientras que en ataque se perfilan Jhon Arias y Jhon Durán.
Para Perú, la responsabilidad recaerá en hombres como Luis Advíncula, Carlos Zambrano y Renato Tapia, además de Edison Flores y Andy Polo como generadores de juego.
Más allá de los nombres, el verdadero desafío será emocional y estratégico. La Selección Colombia necesita reencontrarse con el triunfo no solo por los puntos, sino por el fortalecimiento de su identidad futbolística y del liderazgo de Lorenzo, que ha sido blanco de cuestionamientos tras la Copa América 2024.