El Gobierno Nacional confirmó la renuncia de la ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, este viernes 16 de mayo, tras semanas de rumores sobre tensiones al interior del gabinete. Según lo expresado por la ahora exfuncionaria, su decisión se dio como consecuencia de presiones e injerencias por parte de altos funcionarios, entre ellos el ministro del Interior, Armando Benedetti, y la directora del Dapre, Angie Rodríguez.

A pesar de estas declaraciones, desde la Casa de Nariño se oficializó la salida de Buitrago con un decreto que designa, de manera provisional, al secretario Jurídico de la Presidencia, Augusto Ocampo, como encargado de la cartera de Justicia mientras se nombra un nuevo titular en propiedad.

Petro niega presiones y asume la decisión

Desde China, el presidente Gustavo Petro rompió el silencio sobre la salida de Buitrago y aseguró que fue él quien solicitó su renuncia. En su declaración, el jefe de Estado explicó que el motivo principal fue un conflicto de enfoque respecto a la política de Paz Total, pilar fundamental del actual gobierno.

«En esa medida pedí la renuncia, no tiene que ver con nada más, le agradezco a ella», afirmó el mandatario, desestimando así los señalamientos sobre supuestas presiones indebidas dentro del ministerio.

Petro dejó claro que, si bien existen personas que intentan influir en los nombramientos a través de múltiples canales —incluyendo cartas, correos electrónicos y contactos informales—, eso no fue determinante en la salida de la exministra. «La razón fundamental por la que la ministra se va es porque yo pedí la renuncia (…) espero que no haya rencores», enfatizó.

¿Qué motivó realmente la salida de Buitrago?

Aunque la exministra señaló que su renuncia obedecía a presiones externas, el Gobierno insiste en que se trató de una decisión interna relacionada con diferencias sustanciales en la implementación de la Paz Total, política insignia del Ejecutivo. Petro sostuvo que hubo divergencias ideológicas y metodológicas que hacían insostenible su permanencia en el cargo.

La salida de Buitrago se da en un momento clave para el Ministerio de Justicia, que lidera reformas importantes en el sistema penal, la política penitenciaria y la negociación con actores armados ilegales. Su alejamiento podría implicar ajustes en los enfoques actuales de negociación y aplicación de justicia transicional, una de las apuestas más complejas de este gobierno.

¿Quién es Augusto Ocampo, el nuevo encargado?

Con la salida de Buitrago, el Ejecutivo designó de forma interina a Augusto Ocampo, actual secretario Jurídico de la Presidencia, quien estará al frente del Ministerio de Justicia mientras se define un nuevo ministro o ministra en propiedad. Ocampo es una figura cercana al núcleo de confianza de Petro y ha desempeñado un papel clave en la articulación jurídica del gobierno.

Aunque se desconoce si su nombramiento será permanente o simplemente de transición, su llegada podría marcar un giro en la forma como se manejarán los temas sensibles en la cartera, particularmente en lo relacionado con la articulación entre justicia y paz, la interlocución con el Congreso y el manejo de tensiones internas en el gabinete.

Tensiones políticas y mensajes contradictorios

La renuncia de Buitrago evidencia, una vez más, las tensiones internas del Gobierno Nacional en torno a la gobernabilidad, los nombramientos y la unidad en torno a sus principales reformas. Mientras el presidente insiste en que no hubo presiones indebidas, las versiones de la exministra apuntan a un ambiente de interferencia política que complicó la ejecución de su labor.

El contraste entre las versiones refuerza una narrativa ya conocida en la administración Petro: la dificultad para consolidar un equipo estable y cohesionado en torno a sus prioridades. Este nuevo episodio podría tener repercusiones en la percepción pública del gobierno, especialmente si se prolonga la interinidad en una cartera tan estratégica.


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