La presencia de la minga indígena en la Universidad Nacional de Bogotá ha generado intensos debates en el ámbito académico y social, justo en el preludio de las marchas convocadas por el Gobierno de Gustavo Petro para este 1 de mayo. Mientras la ciudad se prepara para una jornada histórica de movilización social, la comunidad universitaria experimenta un inédito escenario de convivencia y tensiones.
Desde hace varios días, miembros de la minga han arribado al campus con el objetivo de participar en las marchas y sostener reuniones claves con el Ejecutivo. Sin embargo, las condiciones climáticas adversas llevaron a que varios de sus integrantes buscaran refugio en los edificios de la universidad, una acción que ha despertado inquietudes entre profesores y estudiantes.
La autorización institucional y el resguardo de derechos
La Universidad Nacional explicó mediante un comunicado que autorizó «la presencia de la Minga Indígena Nacional dentro del Campus de la Sede Bogotá para garantizar su derecho a la movilización y la protesta por la exigibilidad del cumplimiento del Programa Político de la Minga Indígena Nacional». La institución detalló que se han realizado coordinaciones logísticas con el fin de asegurar condiciones de dignidad y respeto por los derechos humanos, sin interrumpir las actividades académicas habituales.
A pesar de estos acuerdos, la necesidad de refugiarse en varios edificios, como consecuencia de lluvias intensas, alteró el normal funcionamiento del campus. El rector Leopoldo Múñera intervino directamente al acercarse al edificio de Ciencia y Tecnología para dialogar con los miembros de la minga, resolviendo rápidamente los inconvenientes presentados durante su ingreso.
Preocupaciones de la comunidad educativa ante la ocupación de edificios
La situación, aunque bajo control, ha generado un ambiente de tensión entre los miembros de la comunidad académica. Diego Torres, representante de los profesores, denunció que «todos los edificios del campus en Bogotá están siendo tomados uno por uno, y la cantidad de personas es increíble», solicitando incluso la suspensión temporal de clases.
Durante la mañana del lunes 28 de abril, se registraron discusiones entre estudiantes e integrantes de la minga, quienes bloqueaban algunos accesos. «Imagínese llegar a su universidad donde solo quiere estudiar y encontrarse con personas armadas con machetes y bastones de mando, interrumpiendo el libre tránsito», expresó Torres, calificando la situación de «intimidante».
La administración de la Universidad Nacional, sin embargo, subrayó que todos los esfuerzos se han desarrollado «de manera pacífica y amable» y que no se han reportado daños a los bienes ni a las instalaciones.
El respaldo histórico y los retos logísticos de la presencia indígena
Steven Bautista, representante estudiantil ante el consejo académico, defendió la presencia de los pueblos indígenas en el campus, recordando que «históricamente, la Universidad Nacional, como universidad pública construida a partir de las luchas sociales, reconoce y respalda este tipo de manifestaciones».
Mientras tanto, desde el Gobierno Distrital, el secretario de Gobierno Gustavo Quintero comunicó que se ha dispuesto el Parque Tercer Milenio para recibir a las personas que aún están en camino a Bogotá. «Seguimos acompañando de manera permanente a los distintos actores», afirmó, reiterando el compromiso por una llegada y estadía ordenada de la minga.
¿Hasta cuándo se extenderá la estancia de la minga indígena en la capital?
Aunque inicialmente se previó que los integrantes de la minga permanecerían en Bogotá hasta el 2 de mayo, la duración de su estancia podría depender de los resultados de las reuniones que esperan sostener con el presidente Gustavo Petro. Hasta ahora, el mandatario no ha confirmado si recibirá a los líderes indígenas.
Emildre Hod, representante del resguardo Coconuco, declaró que la principal exigencia es el cumplimiento de acuerdos previos, como los compromisos en materia de salud y defensa del territorio. «Venimos en defensa de la vida y de nuestros territorios, ante la creciente violencia», explicó en entrevista con Noticias Caracol.
De igual forma, los integrantes de la minga participarán en las marchas del 1 de mayo, recorriendo la carrera 30, la calle 26 y culminando en la Plaza de Bolívar, donde se unirán a la radicación de una propuesta de consulta popular impulsada por el Gobierno nacional.
La tensión y expectativa crecen en torno a cuáles serán los desenlaces de esta visión compartida de lucha y protesta pacífica. ¿Logrará la minga indígena avanzar en sus demandas tras su estadía en Bogotá?