La política colombiana comienza a tomar forma de cara a las elecciones presidenciales y legislativas de 2026. Esta semana, el Polo Democrático dio un giro clave al confirmar su adhesión oficial al Pacto Histórico, alianza política que respalda al actual presidente Gustavo Petro y que busca consolidar una coalición de gobierno con miras a seguir liderando el país.

La noticia se dio a conocer el 14 de abril de 2025, tras la entrega de los resultados de una votación interna realizada el pasado 12 de abril durante el Congreso Extraordinario Nacional del Polo. Con mayoría aprobatoria, el partido avanzará en su integración formal con el resto de fuerzas políticas que componen el bloque progresista del país.

Un llamado a la unidad política desde las bases del Polo

Desde su fundación, el Polo Democrático Alternativo ha sido un referente de oposición y pensamiento de izquierda en Colombia. No obstante, con el ascenso de Petro al poder, el panorama político ha cambiado, y el llamado a la unidad ha cobrado más fuerza que nunca.

“El Polo Democrático ha tenido desde su fundación una vocación de unidad”, expresó la dirección nacional del partido en un comunicado oficial. Este mensaje no solo ratifica su nuevo rumbo, sino que también enmarca su decisión dentro de una estrategia de consolidación del bloque de gobierno. El objetivo es claro: construir una plataforma común que sea viable tanto para la contienda presidencial como para las elecciones al Congreso en 2026.

Según el mismo comunicado, este paso hacia la conformación del Pacto Histórico responde a “la necesidad de fortalecer a ese sector” y de garantizar que exista una opción real de transformación política con base en principios como la justicia social, la libertad y la autonomía para todos los colombianos.

El Pacto Histórico como eje articulador de las fuerzas progresistas

La alianza con el Pacto Histórico no es una novedad absoluta, pues el Polo ya había apoyado la candidatura de Gustavo Petro en 2022. Sin embargo, esta vez se trata de una decisión de carácter formal, que implicará la fusión política con otros movimientos que integran la coalición, y que deberá ser presentada oficialmente ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Este nuevo panorama abre la puerta a un fortalecimiento programático y organizativo del proyecto progresista. Para el Polo, representa una oportunidad de mantenerse vigente y de sumar a la causa transformadora que ha propuesto el gobierno actual.

La estrategia es clara: consolidar una fuerza electoral unificada que pueda enfrentar los retos de una derecha que busca rearticularse, y al mismo tiempo garantizar gobernabilidad con base en una bancada parlamentaria fuerte y cohesionada.

¿Será el Polo un puente hacia una mayoría de gobierno en 2026?

La decisión del Polo Democrático de unirse formalmente al Pacto Histórico redefine el tablero político de Colombia. Este movimiento, más que una alianza táctica, representa una convergencia ideológica que podría darle al gobierno una base más amplia de apoyo y una estructura electoral robusta de cara a las próximas elecciones.

Los sectores que hoy integran el bloque de gobierno tienen ahora el reto de traducir esta unidad en propuestas concretas, en liderazgos renovados y en candidaturas competitivas. Con el Polo dentro de sus filas, el Pacto Histórico suma no solo músculo político, sino también trayectoria, estructura territorial y una base militante sólida.

En este contexto, cabe preguntarse: ¿Será suficiente esta alianza para mantener el rumbo progresista del país más allá del 2026? ¿O necesitarán también conquistar a una ciudadanía que, aunque esperanzada, exige resultados y coherencia?

Entérate con El Expreso