La decisión de Pereira de no acoger las finales nacionales de los Juegos Intercolegiados 2024 ha generado diversas reacciones en la comunidad deportiva y cultural del país. Aunque la ciudad ha sido reconocida como un epicentro del deporte en Colombia, su Secretaría de Deporte y Recreación aclaró que las limitaciones logísticas y la saturación de su agenda oficial hicieron inviable aceptar esta propuesta.
Una invitación que reconoce la fortaleza de Pereira como sede deportiva
El Ministerio del Deporte, a través de un correo oficial, extendió la invitación a Pereira para ser anfitriona de este importante evento que reúne a jóvenes talentos de todo el país. La propuesta era una muestra del prestigio de la ciudad como organizadora de competencias de alto nivel, especialmente después de su destacada participación en eventos como los Juegos Nacionales y las competencias regionales que han resaltado a Risaralda como un referente deportivo.
No obstante, la administración local expresó que este tipo de compromisos requieren una preparación minuciosa y suficiente tiempo para coordinar los aspectos logísticos. Pereira, con su habitual hospitalidad y capacidad organizativa, no cuenta con las condiciones necesarias en este momento para cumplir con los estándares que demanda un evento de esta magnitud.
Escenarios deportivos comprometidos: la clave de la decisión
Uno de los puntos críticos que determinaron la negativa de Pereira fue el uso intensivo de sus escenarios deportivos. Actualmente, estos espacios están ocupados por los I Juegos Nacionales Deportivos de la Juventud, un evento que se encuentra en desarrollo y que demanda la totalidad de los recursos e infraestructura deportiva de la ciudad.
Además, tras la culminación de dichas competencias, las ligas deportivas y los clubes locales retomarán el uso de los escenarios para sus procesos de formación y competiciones internas. La administración enfatizó que interrumpir estas actividades afectaría negativamente los calendarios establecidos y el desarrollo de los deportistas locales.
La agenda cultural y recreativa: un factor inamovible
Otro obstáculo significativo es la intensa programación cultural y recreativa que Pereira tiene durante el cierre del año. En particular, los eventos navideños, como el esperado encendido del alumbrado navideño, que inició el pasado 16 de noviembre y se extenderá hasta finales de diciembre. Este tipo de actividades, que movilizan a miles de ciudadanos y visitantes, requiere de la totalidad de la atención logística y administrativa de la Alcaldía.
Estos compromisos han sido previamente planificados y forman parte de una tradición arraigada en la ciudad, lo que hace inviable su ajuste o reprogramación. La administración local destacó que cualquier intento por compatibilizar los eventos navideños con las finales de los Juegos Intercolegiados podría comprometer la calidad de ambas actividades.
Un compromiso futuro con el deporte nacional
Pese a la negativa para 2024, la Alcaldía de Pereira reiteró su agradecimiento al Ministerio del Deporte por considerar a la ciudad como sede potencial de este evento. Además, aseguró que mantiene su compromiso de seguir promoviendo el deporte en todas sus formas y de trabajar en la construcción de una agenda que permita a la ciudad acoger competencias de relevancia nacional e internacional en los próximos años.
“Estamos honrados por la confianza del Ministerio del Deporte. Esto demuestra que Pereira sigue siendo un referente en Colombia por su infraestructura, organización y amor por el deporte. Sin embargo, esperamos que, en el futuro, podamos recibir propuestas con más antelación para garantizar que todos los estándares de calidad se cumplan adecuadamente”, señaló la Secretaría de Deporte y Recreación en un comunicado oficial.
La pregunta que queda abierta es: ¿cuáles serán los próximos pasos de Pereira para mantener su estatus como capital del deporte en la región, y cómo se preparará para asumir nuevos retos de esta magnitud? Solo el tiempo dirá si la ciudad podrá consolidarse aún más como un epicentro del deporte juvenil en Colombia.