El divorcio unilateral, una propuesta presentada por la representante a la Cámara Katherine Miranda, ha dado un importante paso hacia convertirse en ley. Este proyecto, aprobado por la plenaria de la Cámara de Representantes el 26 de noviembre con 89 votos a favor y 12 en contra, busca revolucionar el sistema matrimonial en Colombia al permitir que cualquiera de los cónyuges pueda divorciarse sin necesidad de justificarlo con las actuales causales establecidas en el Código Civil.

En palabras de Miranda, esta iniciativa promueve principios fundamentales como la autonomía individual, el libre desarrollo de la personalidad y la dignidad humana.


Un cambio en la visión del matrimonio y el divorcio

El sistema legal colombiano actualmente exige que las parejas que deseen divorciarse cumplan con una de las nueve causales definidas en el Código Civil, como el adulterio, el maltrato físico o psicológico, y el incumplimiento de deberes conyugales, entre otros. Sin embargo, este marco legal no contempla la posibilidad de que uno de los cónyuges pueda disolver el matrimonio simplemente por su deseo de no continuar en la relación.

Según Katherine Miranda, este proyecto responde a un cambio cultural que reconoce el matrimonio como una institución basada en la libertad y la voluntad individual, tal como lo establece la Constitución.

«Si se acabó el amor, uno se pueda divorciar», explicó la representante en una entrevista con RCN Radio. Miranda destacó que su propuesta tiene como objetivo alinear la legislación con los valores de autonomía y dignidad humana, evitando procesos legales largos y costosos que a menudo dificultan la separación de las parejas que han decidido tomar caminos distintos.


¿Cómo funcionará el divorcio unilateral?

De acuerdo con Miranda, el procedimiento para realizar un divorcio unilateral será sencillo una vez la ley sea sancionada:

  1. El cónyuge que desee divorciarse deberá manifestar su voluntad ante la autoridad competente.
  2. Se presentará una propuesta sobre la división de bienes, alimentación y cuidado de los hijos (si los hay).
  3. En la mayoría de los casos, el proceso será tramitado ante un juez de la República, quien garantizará que los acuerdos respeten los derechos de ambas partes y de los menores involucrados.

Este modelo busca reducir los conflictos y facilitar la separación en casos donde no existe consenso, dejando de lado las actuales exigencias de demostrar causales de divorcio.


Un debate entre autonomía y tradición

El proyecto de divorcio unilateral ha generado opiniones divididas en el país. Por un lado, sus defensores lo ven como un avance significativo hacia una legislación más moderna, que respeta los derechos individuales y elimina barreras innecesarias en procesos de separación.

Por otro lado, algunos sectores más conservadores consideran que podría desincentivar el compromiso matrimonial, al facilitar la disolución del vínculo conyugal sin la necesidad de argumentos específicos.

Sin embargo, Miranda ha sido enfática en que esta propuesta no busca debilitar la institución del matrimonio, sino garantizar que las personas tengan la libertad de elegir su camino de vida cuando una relación no funciona.

«Estamos hablando de un tema de autonomía, de reconocer que nadie debería estar atado a una relación en la que ya no quiere estar. Esto no es un ataque al matrimonio, es un avance en derechos», afirmó la congresista.


¿Qué sigue para que el proyecto sea ley?

Tras su aprobación en la plenaria de la Cámara de Representantes, el proyecto ahora requiere la sanción presidencial para convertirse oficialmente en ley. Katherine Miranda se mostró confiada en que este último paso no presentará obstáculos, dado que el proyecto fue construido con el apoyo de expertos en derecho constitucional y civil.

«Estamos seguros de que actuamos bajo la Constitución, el Código Civil y de manera adecuada para sacar adelante esta ley», aseguró la representante.


¿Un precedente para América Latina?

El divorcio unilateral, de ser sancionado como ley, podría posicionar a Colombia como un referente en Latinoamérica en cuanto a legislación progresista sobre el matrimonio. En una región donde las leyes matrimoniales suelen estar influenciadas por tradiciones religiosas y culturales, esta propuesta podría abrir el camino para debates similares en otros países.

¿Será el divorcio unilateral una herramienta que garantice mayor libertad y dignidad para las parejas en Colombia, o provocará una controversia que marcará un antes y un después en las dinámicas matrimoniales del país?


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