La Procuraduría General de la Nación ha inhabilitado al exconcejal de Medellín, Juan Carlos Upegui, para ejercer cualquier cargo público durante los próximos ocho años. Esta decisión ha generado una intensa polémica política, pues llega en un contexto de tensiones entre sectores políticos de Medellín y tras su destitución como concejal por parte del Consejo de Estado.

La sanción responde a una supuesta falta gravísima cometida por Upegui al haberse postulado como candidato a la Alcaldía de Medellín mientras su padre, Carlos Alberto Upegui Mejía, ejercía como rector de un colegio público en la ciudad. Según la Procuraduría, esto vulnera las normas de inhabilidad establecidas para evitar posibles conflictos de interés en la administración pública.

Sin embargo, esta medida ha sido fuertemente criticada por Upegui y sus aliados políticos, quienes ven en ella una herramienta de persecución política impulsada por sectores opositores.


Contexto de la decisión: inhabilidad por parentesco

La Procuraduría General argumentó que Juan Carlos Upegui infringió la normativa al inscribir su candidatura mientras su padre ocupaba un cargo administrativo en una institución pública. De acuerdo con el fallo, esta condición hacía incompatible su postulación según las leyes colombianas, que buscan evitar posibles influencias indebidas.

El antecedente de esta decisión se encuentra en el fallo del Consejo de Estado, que en octubre lo había despojado de su curul como concejal de Medellín, cargo que ocupaba como representante del movimiento Independientes. Upegui había sido una figura clave en la oposición a la administración actual de la ciudad y en su discurso político hacía un fuerte énfasis en defender los ideales del movimiento liderado por Daniel Quintero, exalcalde de Medellín.


La defensa de Upegui y las críticas a la Procuraduría

El propio Juan Carlos Upegui se pronunció en su cuenta de la red social X (antes conocida como Twitter), cuestionando con dureza la decisión. En su mensaje, calificó el fallo como un ataque político, al tiempo que manifestó su intención de apelar la decisión.

«La Procuraduría me acaba de inhabilitar 8 años para ejercer cargos públicos, por ser hijo de un profesor, nunca se había producido un fallo así. El uribismo usa esta entidad como un arma política para eliminar sus adversarios. Apelaremos la decisión y seguiremos luchando para recuperar los derechos políticos», escribió Upegui.

Su reacción refleja el sentir de varios de sus aliados, quienes ven esta medida como una estrategia para debilitar al movimiento Independientes, que desde hace años ha sido crítico de los sectores tradicionales en Medellín.

Por su parte, el exalcalde Daniel Quintero, aliado cercano de Upegui, también criticó el fallo de la Procuraduría. Calificó la decisión como un «absurdo» y aseguró que el objetivo del órgano de control es «eliminar» políticamente a sus adversarios. En sus redes sociales, Quintero escribió: «Absurdo lo que hace la Procuraduría de Cabello. No les bastó con dejar a Medellín sin el jefe de la oposición. Su objetivo es la eliminación. ¡Resistiremos y venceremos!»


Un panorama de tensiones políticas en Medellín

El caso de Juan Carlos Upegui ha reavivado las tensiones políticas en Medellín, una ciudad que en los últimos años ha estado marcada por fuertes divisiones entre el movimiento Independientes y los sectores políticos tradicionales, particularmente aquellos cercanos al uribismo.

La sanción contra Upegui no solo elimina, al menos por ahora, a un líder clave de la oposición en la ciudad, sino que también pone en tela de juicio la imparcialidad de las instituciones de control en el país. Sus críticos argumentan que la Procuraduría se ha convertido en un brazo político usado para desarticular movimientos opositores, mientras que sus defensores insisten en que se trata de un cumplimiento estricto de las normas.

A nivel jurídico, Upegui aún tiene la posibilidad de apelar esta decisión, lo que abriría la puerta a una revisión más detallada del caso en instancias superiores. Sin embargo, para el movimiento Independientes, el impacto político ya está hecho, pues la figura de Upegui queda seriamente debilitada en un momento clave para la oposición en Medellín.

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