Después de más de ocho meses de tensiones y deliberaciones, la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) ha llegado a un acuerdo sobre la elección de su nuevo rector. Tras un largo proceso electoral que enfrentó a Luis Fernando Gaviria Trujillo y Alexander Molina, finalmente se ha decidido que Gaviria continuará al mando de la institución. Este consenso pone fin a un período de incertidumbre que generó divisiones en la comunidad universitaria, con estudiantes, sindicatos y otros actores expresando sus preferencias y desacuerdos durante el proceso.
Luis Fernando Gaviria, quien había dirigido la UTP entre 2014 y 2023, asumirá nuevamente el cargo en un contexto marcado por la polarización. Aunque recibió apoyo en sectores del Consejo Superior, los estudiantes, a través de una consulta interna, se inclinaron mayoritariamente por Alexander Molina, quien obtuvo el 51% de los votos en la consulta inicial, lo que reflejó una fuerte división en la universidad.
Un proceso electoral lleno de obstáculos
La elección de rector estuvo lejos de ser un trámite sencillo. A pesar de la clara victoria de Molina entre los estudiantes, las siguientes votaciones en el Consejo Superior, donde se requería una mayoría calificada, resultaron en un estancamiento prolongado. Ninguno de los candidatos logró alcanzar los votos necesarios, lo que llevó a un tira y afloja entre las partes involucradas.
Las tensiones también se manifestaron en el interior de la universidad, donde los sindicatos desempeñaron un papel clave en el debate. Sintraunicol, el sindicato de trabajadores, fue un crítico vocal de las acciones de la administración interina y solicitó la observación del Ministerio de Educación, señalando presuntas irregularidades en el proceso. Por su parte, ASDO, el sindicato de profesores, fue criticado por su aparente alineación con la administración, lo que exacerbó las diferencias entre los distintos actores.
Estas divisiones culminaron en protestas dentro del campus, donde estudiantes se internaron en el edificio administrativo, exigiendo una elección clara y transparente de rector. Sin embargo, tras meses de confrontación, ambos candidatos emitieron un comunicado conjunto en el que expresaron su compromiso de trabajar juntos por el bienestar de la universidad. Este mensaje de unidad marca el fin de un conflicto y abre la puerta a una nueva etapa para la UTP.
Alexander Molina se retira: desconcierto y cuestionamientos
La decisión de Alexander Molina de retirarse de la contienda ha generado desconcierto entre sus seguidores, especialmente entre los estudiantes que lo respaldaron fervientemente. Su candidatura fue vista como una opción de cambio para muchos, pero el prolongado proceso electoral y las crecientes tensiones internas lo llevaron a declinar.
Juan Carlos Burbano Jaramillo, presidente de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (ASPU), señaló la necesidad de que Molina explique con claridad los motivos de su retirada, especialmente considerando el fuerte apoyo que había recibido. “Es crucial que dé una versión a su gente, al estudiantado y a todos los que creyeron en él como una opción de cambio”, comentó Burbano, subrayando la frustración palpable entre aquellos que esperaban un liderazgo distinto en la universidad.
Desde el sindicato, la respuesta ha sido cautelosa. Se espera que en las próximas reuniones se discuta la decisión de Molina y se establezcan las garantías necesarias para avanzar en un ambiente de diálogo y respeto. La comunidad universitaria, marcada por la polarización, ahora busca un camino de reconciliación que permita la estabilidad y el progreso de la UTP.
Un acuerdo que busca la estabilidad institucional
El consenso alcanzado no solo implica que Luis Fernando Gaviria continuará como rector, sino que también establece la creación de un comité de garantías. Este comité estará conformado por representantes de ambos candidatos y otros estamentos universitarios, con el objetivo de velar por la transparencia y el respeto durante el proceso de transición. La misión principal de este organismo será fomentar un ambiente de diálogo y resolver cualquier conflicto de manera constructiva, asegurando que los intereses de la universidad prevalezcan sobre las diferencias personales o sectoriales.
Este acuerdo busca cerrar un capítulo de incertidumbre que afectó no solo a la administración de la universidad, sino también al desarrollo académico y al bienestar de toda la comunidad. La unidad entre los distintos actores será clave para superar las tensiones del pasado y garantizar un futuro próspero para la Universidad Tecnológica de Pereira.
Alexander Molina: un cierre con dignidad
A pesar de su retiro, Alexander Molina se ha manifestado públicamente sobre los desafíos que enfrentó durante el proceso electoral. En un comunicado, lamentó las campañas de desprestigio que afectaron tanto a él como a su familia, y criticó el deterioro del debate democrático dentro de la universidad. Según Molina, «la situación que debería ser normal en una democracia ha terminado aprisionando a la misma», destacando la falta de garantías para continuar en la contienda.
Sin embargo, Molina reafirmó su compromiso con la UTP y la importancia de fortalecer los espacios democráticos dentro de la universidad. “Nuestra propuesta sigue siendo superior en materia científica, tecnológica y de dignificación laboral”, declaró, haciendo un llamado a continuar discutiendo el futuro de la universidad desde el respeto y la colaboración.
Este cierre, aunque marcado por el desconcierto, también deja un mensaje claro: la UTP es una institución vital para la región y su futuro depende del compromiso de todos los actores en trabajar unidos por su crecimiento y desarrollo.