El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó una crítica directa al gobierno israelí, liderado por Benjamin Netanyahu, en relación a la actual ofensiva militar en Gaza y el Líbano. En un discurso marcado por su tono humanista y antagónico a las potencias mundiales, Petro hizo un llamado urgente para que se detenga el conflicto y expresó su preocupación por las víctimas civiles, en particular los niños.
El mandatario colombiano utilizó una fuerte retórica para expresar su descontento con la situación en Gaza, advirtiendo que lo que está en juego es más que un conflicto local. «Cuando muera Gaza, morirá la humanidad toda», dijo Petro, evocando la tragedia humanitaria que, según él, representa el bombardeo en la Franja de Gaza. Con esto, el presidente colombiano sugirió que el destino de Gaza refleja el estado de la humanidad en su conjunto.
La humanidad como víctima de la guerra
En su intervención, Petro fue más allá de la crítica directa a Israel. Afirmó que el «pueblo de Dios» no es únicamente Israel ni Estados Unidos, sino que el pueblo elegido es la humanidad en su totalidad. “Están matando al pueblo elegido de Dios: los niños de la humanidad», subrayó Petro, refiriéndose a los más vulnerables afectados por el conflicto, en particular los niños que sufren las consecuencias de la guerra.
El presidente colombiano también manifestó su frustración por la falta de respuesta de la comunidad internacional, en especial de aquellos países con el poder de detener el conflicto. «Aquí hablamos pero no se nos escucha, hablamos para que escuchen los pueblos», señaló, en una crítica implícita hacia los líderes mundiales que, en su opinión, no están haciendo lo suficiente para frenar la violencia.
Petro lamentó que «una minoría de presidentes no detienen el bombardeo en Gaza», y sugirió que estos líderes ignoran los llamados a la paz y la justicia, no solo en Gaza, sino también en temas globales como el cambio climático. «Si pedimos que se cambie la deuda por acción climática, no nos escuchan las minorías poderosas», agregó, vinculando los problemas medioambientales con la falta de acción política en los conflictos armados.
La crisis climática y la guerra: dos caras de una misma moneda
En su discurso, Petro también abordó la crisis climática, una de las banderas de su mandato, y señaló que las guerras y la destrucción del planeta están conectadas por la inacción de las élites globales. Insistió en que la situación actual es peor que hace un año, con un aumento dramático de la deforestación en la Amazonía, que, según Petro, ha visto cómo «se han quemado once millones de hectáreas en tan solo un mes». Este deterioro, producto del calentamiento global y la crisis climática, es parte del mismo sistema que, según el mandatario, permite las guerras.
Petro hizo un llamado a la reflexión global, utilizando una metáfora literaria al afirmar: «Las campanas ya doblan por todo el planeta por ti, por nosotros, por la vida y la humanidad». Esta frase, evocativa del célebre poema de John Donne, sugiere que la humanidad entera está en peligro si no se detienen las guerras y no se enfrenta la crisis climática con urgencia.
Crítica a las élites globales y el papel de la ONU
En uno de los momentos más contundentes de su discurso, Petro acusó al «1% más rico de la humanidad» de ser responsable no solo de la destrucción del medio ambiente, sino también de permitir la violencia contra los más indefensos en conflictos como el de Gaza. «La poderosa oligarquía global es la que permite que se tiren bombas a las mujeres, ancianos y niños de Gaza, o de Sudán», afirmó, responsabilizando a las élites económicas de la continuidad de las guerras y de la represión contra países que no se alinean con los intereses de los poderosos.
El presidente colombiano destacó que estas élites no solo permiten los bombardeos, sino que también mantienen bloqueos económicos sobre «países rebeldes» que no encajan dentro del dominio global. Aunque no mencionó nombres específicos, sus comentarios parecen estar dirigidos a las políticas de países como Estados Unidos y sus aliados en relación a países como Venezuela, Cuba o Irán, que han sido objeto de sanciones económicas.
Un llamado urgente a la paz y la transformación global
La intervención de Petro se produce en un contexto de creciente violencia en Gaza y Líbano, y en su penúltima aparición como presidente ante las Naciones Unidas, su mensaje fue claro: la humanidad se enfrenta a una encrucijada. Según Petro, las guerras y el cambio climático son síntomas de un sistema global injusto y deshumanizado que prioriza los intereses de unos pocos sobre el bienestar de todos.
El mandatario concluyó con un llamado a la acción urgente y colectiva, no solo para detener las guerras, sino para transformar rápidamente la economía global y enfrentar la crisis climática. «Hoy las cosas están peores que hace un año», advirtió, instando a los líderes mundiales a escuchar los llamados de paz, justicia y acción climática antes de que sea demasiado tarde.