El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció el martes un intento de “desestabilización masiva” por parte de la oposición, con financiamiento de Estados Unidos y el narcotráfico, supuestamente en complicidad con el multimillonario tecnológico Elon Musk. Según Maduro, el objetivo de estos actores es apoderarse del país mediante la criminalidad y la violencia.
Maduro señaló específicamente al candidato opositor Edmundo González Urrutia, a quien calificó como “Guaidó 2.0”, y lo acusó de organizar actos violentos durante las manifestaciones contra los resultados electorales. En su discurso, Maduro responsabilizó a González Urrutia y a los seguidores del partido Vente Venezuela de la violencia que ha resultado en muertos y heridos en las recientes protestas.
En respuesta, González Urrutia se solidarizó con el pueblo venezolano ante la «justificada indignación» y lamentó las víctimas de las manifestaciones. Hizo un llamado a las fuerzas armadas para que respeten la voluntad expresada en las elecciones del domingo y detengan la represión. Mientras tanto, Maduro afirmó que su gobierno ha controlado los «ataques» y que las ciudades del país están empezando a normalizarse tras la ola de violencia.