Durante una entrevista con Daniel Coronell, Salvatore Mancuso, exjefe máximo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), habló sobre su supuesta relación con el expresidente Álvaro Uribe Vélez. Mancuso, reafirmó que Uribe, siendo gobernador de Antioquia, tenía conocimiento de la masacre de El Aro, ocurrida el 22 de octubre de 1997, en la que paramilitares del Bloque Mineros de las AUC asesinaron a más de 17 campesinos.

Mancuso explicó que en aquel entonces, “teníamos unas fuerzas militares arrinconadas por la guerrilla y una fuerza de guerrilla fortalecida por el dinero del narcotráfico, con un armamento impresionante y una capacidad militar y de movilización enorme.” Este contexto de violencia y poder de la guerrilla, dijo, llevó a una reunión crucial entre Pedro Juan Moreno, secretario de Gobierno de la Gobernación de Antioquia, Carlos Castaño, y él mismo. En esta reunión, Moreno solicitó el apoyo de las AUC para rescatar a los secuestrados y expulsar a la guerrilla de la región.

Mancuso confesó que la operación resultante fue un «crimen de Estado» y detalló cómo recibieron una lista del Ejército Nacional que señalaba a supuestos guerrilleros, milicianos y colaboradores de la guerrilla. Con esa lista, perpetraron asesinatos en la región, un hecho que Mancuso reconoce como una barbaridad.

También reveló que los helicópteros de la Gobernación de Antioquia, utilizados en la masacre, aterrizaban frecuentemente en los campamentos de las Autodefensas, transportando a comisiones humanitarias y a Pedro Juan Moreno.

A pesar de las reiteradas afirmaciones de Mancuso sobre sus reuniones con el entonces gobernador Álvaro Uribe, este ha negado consistentemente dichos encuentros y ha calificado a Mancuso de “bandido”, acusándolo de cambiar su versión para obtener beneficios ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Mancuso, sin embargo, insiste en la veracidad de sus declaraciones, señalando que se reunió en varias ocasiones con Uribe y el coronel Raúl Suárez, comandante de la Policía de Córdoba, en eventos públicos como carreras de caballos.

Frente al cruce de declaraciones, Mancuso instó a que estos asuntos no se politicen, pues considera que influencian la toma de decisiones judiciales. Reiteró que su intención no es encarcelar a Uribe, sino invitarlo a ser un socio en la paz, destacando que «nadie gana nada con que las personas ingresen a la cárcel, que es una universidad del crimen».

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