Para los miles de colombianos que ayer vieron y participaron de nuestra transmisión del homenaje a Lucas desde el parque Olaya Herrera hasta el Viaducto (que proponen se llame Lucas Villa) fue la oportunidad de expresarse, y por primera vez se sentían identificados por una sola causa, “Lucas” un joven que sueña con construir un país mejor, con su gracia, espontaneidad, arte, sencillez y su palabra, esos colombianos dentro y fuera del país lo dijeron: «Lucas no ha muerto, sigue vivo entre nosotros, ahora su alegría traspasa todas las fronteras “ y es que Lucas con el don de la palabra nos quería mostrar lo que también en su momento intentó Jaime Garzón, que a este país solo lo salvan los jóvenes, esta generación que piensa y no está contaminada por los malos políticos que durante años han doblegado la voluntad de los colombianos y han logrado que acepten sin chistar impuestos sobre impuestos, corrupción, educación y salud precaria, otros decían “A Lucas lo han silenciado, pero que sea una razón para enviarle un grito al cielo y a este gobierno de m… que no nos van a callar”. Lo dijo un profesor amigo suyo: ”(…) quizás (como Garzón) esta era su debilidad o grandeza. Lucas cree firmemente en un país libre, justo y en paz. Le apostó a ello todo, hasta su vida misma.
Que quede bien claro, TODOS SOMOS LUCAS“
“Si ustedes los jóvenes no asumen la dirección de su país, nadie va a venir a salvarselo. NADIE” Jaime Garzon.
Es el momento, ayer vivimos cuatro horas pacíficas de música, carteles y poesía, donde se homenajeó a Lucas, la voz y el voto de la juventud en Colombia puede lograr el cambio. Que está llama no se apague.