Si las sondas de la NASA pudieran contar su historia, sin duda alguna la Voyager 1 sería una de las narradoras más cautivadoras. Esta venerable exploradora del espacio salió de nuestro planeta en 1977 y desde entonces ha sido un valioso activo para la agencia espacial estadounidense, desvelando los secretos más profundos del universo.

Sin embargo, durante los últimos meses, la Voyager 1 enfrentó desafíos que pusieron en peligro su misión. Una de las tres computadoras que componen su sistema dejó de comunicarse correctamente con uno de los subsistemas de la nave, lo que resultó en la imposibilidad de enviar datos científicos o de ingeniería a la Tierra. Peor aún, los mensajes que lograban llegar carecían de sentido alguno. Este problema se reportó por primera vez en diciembre de 2023, sembrando preocupación entre los miembros de la NASA, quienes temían que este fuera el triste final de una era de investigación espacial.

Sin embargo, la historia de la Voyager 1 tomó un giro inesperado. Recientemente, la agencia espacial anunció que había logrado restablecer el contacto con la sonda, brindándole una nueva vida a esta veterana del espacio.

El mes pasado, la NASA emitió un comando para que la nave enviara una lectura de la memoria FDS, que contiene el código del software del equipo que presentaba fallas. Tras analizar esta información, los ingenieros descubrieron que el problema residía precisamente en esa memoria. Antes de este hallazgo, algunos miembros del equipo llegaron a considerar un «milagro» la posibilidad de resolver la situación. Y, contra todo pronóstico, ese «milagro» se hizo realidad mucho antes de lo esperado.

Esta semana, la Voyager 1 volvió a transmitir mensajes legibles después de cinco meses de fallos persistentes. Aunque la sonda ya está enviando información sobre su propia salud, la NASA planea permitir que comience a enviar datos científicos nuevamente en las próximas semanas. Para ello, el equipo reubicará y ajustará las otras partes afectadas del software FDS, asegurando así que la misión de la Voyager 1 continúe su extraordinaria odisea por el cosmos.

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