No son nuevas las dificultades que han tenido que sortear las finanzas de los hogares colombianos: las altas tasas de interés, el desempleo y el elevado costo de vida han hecho hueco en sus bolsillos, provocando que les sea cada vez más difícil responder por sus obligaciones crediticias.

Y es que de acuerdo con la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC), entre abril de 2022 y el mismo mes de este año, el valor total de las deudas vencidas (con mora mayor a 30 días) de las personas con la banca sumaron $31 billones, lo que significó un incremento anual del 18,7%.

Los que más presionaron este saldo en rojo fueron los préstamos de consumo —que abarcan los créditos de vehículo, libranzas, tarjetas de crédito y libre inversión— y los microcréditos, cuya mora creció 57,5% y 5,56%, respectivamente.

En contraste, las modalidades de vivienda y comercial reportaron variaciones negativas de 8,2% y 4,6%, respectivamente.

Justamente, esta problemática hizo que la banca tuviera que respaldar los créditos que están en mora, por lo que sus utilidades se vieron golpeadas, cayendo 43% en los cuatro primeros meses de este 2023.

De esta manera, sus provisiones, es decir, los recursos que destinan para cubrir posibles pérdidas ante la posibilidad de que un deudor incumpla, llegaron a $40,9 billones en abril, una cifra que si se compara con las provisiones de 2019 ($29,6 billones), representa una variación de 53,5%.

“La cartera vencida creció de manera significativa, a un ritmo que no se registraba desde febrero de 2018, lo que refuerza las perspectivas de deterioro del sector financiero”, indicaron los analistas de Bancolombia.

Colombianos con menos ingresos

El desempleo en el país sigue generando preocupación. En mayo la tasa apenas cayó levemente al llegar a 10,5%, por lo que aún muchas personas no están percibiendo ingresos.

De hecho, esto quedó en evidencia en el reciente estudio de Consumer Pulse de TransUnion, del segundo trimestre del año, que muestra a los colombianos con menores expectativas alrededor de su capacidad de pagar sus obligaciones y menor facilidad para ahorrar.

Así, el 34% de las personas encuestadas dijeron no poder pagar al menos una de sus obligaciones actuales; mientras que 3 de cada 10 afirmaron que sus ingresos familiares disminuyeron en los últimos tres meses.

“Un porcentaje mayor de encuestados indicó que alguien en su hogar había perdido su trabajo (25%, frente al 22% en el primer trimestre de 2023); además de tener a alguien en su casa que era dueño de una pequeña empresa que cerró o cuyos pedidos se agotaron (8%, frente al 5% en el primer trimestre del año pasado)”, arrojó el estudio.

El análisis de TransUnion concluyó que los colombianos continúan preocupados por las dinámicas macroeconómicas, en particular la inflación, el empleo y el aumento de las tasas de interés. “Las preocupaciones en torno al empleo ganaron terreno en los últimos meses, con un porcentaje mayor, poniendo a este como uno de sus tres principales problemas financieros en el segundo trimestre del año”, puntualizó el informe.

¿Qué hacer ante las deudas?

Cuando los hogares se recuperaron en materia de ingresos frente a la época de pandemia, el consumo y el endeudamiento se dispararon. De hecho, según el Banco de la República, en enero de este año la expansión de la cartera de consumo fue la mayor desde el mismo mes de 2013.

Ahora, en un coyuntura actual de elevadas tasas, desempleo y mayores gastos por la inflación, los hogares se han visto a ‘gatas’ para responder a los compromisos crediticios que adquirieron anteriormente. Sin embargo, ante este tipo de situaciones, los analistas recordaron que hay opciones disponibles para cumplir con esas obligaciones.

Una de las recomendaciones para ir saliendo de las deudas es buscar la compra de cartera —que consiste en trasladar un saldo parcial o total de una entidad financiera a otra que ofrezca mejores tasas, por ejemplo—, o revisar las condiciones específicas del préstamo y con la entidad bancaria determinar qué opciones tiene para amortizar los pagos mensuales y que estas sean más cómodas de asumir. A los bancos les interesa es que les paguen, entonces una buena opción sería buscar una refinanciación del endeudamiento”, explicó Raúl Ávila, docente de la Universidad Nacional.

Finalmente, advirtió que “se debe tratar, en la medida de lo posible, el endeudamiento informal a través de gota a gota, o créditos con terceros no establecidos con la Superfinanciera”.

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