Los arriendos continúan al alza con un aumento del 4,41% al cierre del primer semestre. Esta tendencia genera preocupación entre los hogares, ya que los cánones de arrendamiento representan una parte significativa de sus gastos. Según Fedelonjas, la Federación Nacional de Lonjas de Propiedad Raíz, el 40,2% de las familias en Colombia habita y demanda vivienda en alquiler.

A pesar de la desaceleración de la inflación, que cerró en un 12,13% anual según el Dane, los cánones de arrendamiento continúan en aumento. El presidente de Fedelonjas, Mario Ramírez, señala que el incremento en los arriendos no ha alcanzado el tope permitido para 2023, establecido en un 13,12%, ni la inflación del semestre, que se sitúa en un 6,15%. Sin embargo, el aumento en los servicios públicos ha reducido el ingreso disponible de los hogares, afectando su capacidad de pago.

El Índice Libertador Rent (Elri) para inmuebles residenciales revela que los cánones de arrendamiento han mantenido una senda de crecimiento, registrando un aumento del 8,1% anual tanto en casas como en apartamentos durante el mes de mayo. Se estima que, a lo largo del año, este crecimiento se acelerará, alcanzando alrededor del 13%, equiparando la inflación del año anterior y la tasa máxima permitida para el aumento de los arriendos de inmuebles residenciales ocupados.

Al analizar las ciudades, se observa que los mayores incrementos anuales en los arriendos de casas se encuentran en la Costa Atlántica, liderados por Cartagena con un 9,2% y Barranquilla con un 9,1%. Por otro lado, las ciudades diferentes a las principales presentan una menor presión, con un incremento del 7,4%.

En cuanto a los apartamentos, Bogotá y Cali registran los mayores crecimientos anuales, con un 8,2% y un 8,1% respectivamente, mientras que Cartagena muestra el incremento más bajo con un 7,4%. En comparación con el mes de abril, Cartagena destaca en el segmento de casas con una variación del 2,4%, mientras que en apartamentos es Bucaramanga con un aumento del 1,1%.

Estos aumentos en los cánones de arrendamiento afectan especialmente a los hogares de menores estratos, ya que es en este sector donde se concentra la mayoría de las personas que habitan en alquiler. A su vez, esta tendencia se relaciona con un aumento en la demanda de viviendas en alquiler por parte de las nuevas generaciones. Estos jóvenes priorizan su calidad de vida y buscan vivir cerca de sus lugares de trabajo o estudio, incluso optando por modos de transporte más sostenibles como la bicicleta o caminar. Además, buscan espacios más reducidos y adaptados a sus necesidades.

Ante el aumento en la demanda de arrendamiento, se espera que la oferta de vivienda en alquiler también se incremente. Los propietarios están realizando mejoras en sus inmuebles para obtener ingresos adicionales, lo que impulsa la contratación de mano de obra no calificada. Por otro lado, aquellos que cuentan con ahorros están invirtiendo en finca raíz, ya que ven el potencial de recuperación en los cánones de arrendamiento.

Sin embargo, este repunte en el mercado de alquiler plantea desafíos en términos de garantizar condiciones adecuadas en las viviendas y asegurar el cumplimiento de los contratos para brindar a las familias una vivienda digna y adecuada. Se ha observado un aumento en los contratos verbales, lo que genera malentendidos e inconvenientes entre arrendatarios y propietarios. Las consultas a las inmobiliarias para resolver conflictos por contratos verbales también han aumentado, evidenciando la necesidad de regularizar la calidad de los contratos y promover buenas prácticas en el sector.

La presión en los cánones de arrendamiento se explica principalmente por la inflación y la menor oferta de viviendas en el mercado. Es fundamental seguir monitoreando esta situación y buscar soluciones que permitan un equilibrio entre los derechos de los arrendatarios y propietarios, así como el acceso a una vivienda adecuada para todas las familias.

Entérate con El Expreso